“Para comprenderse a sí mismo, el hombre necesita que otro lo comprenda. Para que otro lo comprenda, necesita comprender al otro” (P. Watzlawick)

jueves, 30 de mayo de 2013

El Valor de la Dignidad




Recientemente he tenido la oportunidad de ser requerido a una entrevista de trabajo. Y eso, en los tiempos que corren, es ya un éxito rotundo.
Sin embargo, el oso anda últimamente de uñas y especialmente susceptible con quienes le intenten tocar las pieles. Porque nos movemos en terrenos fangosos y repugnantes. Y tras la oferta se esconde la condena. Tras la oportunidad, el verdugo. Y tras lo que pudiera ser un disfraz de futuro, se oculta el rancio pasado de la barata desvalorización, del yugo y del látigo, del “aquí todo vale si el resultado es que yo gane”, del cerdo disfrazado de hombre o del hombre disfrazado de cerdo…
Pero… ¿cómo es eso?, ¿cerdo disfrazado de hombre u hombre disfrazado de cerdo? Pensaréis que me he vuelto loco…
En absoluto. Me explicaré. Tuve el placer de revisar hace unos meses una OBRA MAESTRA que ya había leído en un par de ocasiones con anterioridad y que debería ser releída por todos, al menos anualmente, por mandato gubernamental. Aunque, pensándolo bien, quizá eso sería lo que nunca ningún gobierno desearía. Me refiero a la fábula “Rebelión en la Granja” de Eric Arthur Blair, o mejor conocido por su seudónimo: George Orwell. Y esas eran las subversivas mariposas que estaban revoloteando en mi estómago, cuando, tal y como os comentaba, recibí la “llamada de la selva”.
Accedí a la cita y acudí puntualmente afeitado, aseado y perfumado. Con mis mejores galas y referencias (llegar ya había sido difícil, que no le quepa duda a nadie, porque no se conforman con cualquiera, sino todo lo contrario). Y después de hacerme esperar unos quince minutos, tal y como mandan los cánones en este tipo de situaciones, una educada, simpática y bonita profesional de los recursos “humanos” salió a mi encuentro para ofrecerme cálidamente la bienvenida: “Four legs good, two legs bad”.
No entraré en detalles. No quiero que el árbol impida ver el bosque. Y tampoco criticaré la labor de quien cumple profesionalmente con su papel. Un papel que conozco perfectamente, por desgracia, tras haber tenido que representarlo en el pasado. El caso es que, mientras aquella modulada, armoniosa y extremadamente cuidadosa voz amplificaba el mensaje del señor feudal que come hasta estallar, desde su torre del castillo, viendo al pueblo morir de hambre, a mi mente fueron llegando las imágenes del ilustrativo relato: El granjero, el cerdo mayor, el caballo percherón, las ovejas, las gallinas, los perros, el burro, etc, etc, etc. Y… claro está, los cerdos.
Lo que fue ideado como una crítica explícita y manifiesta al sistema socialista imperante en la URSS, traspasa con su sencillez, en mi opinión, cualquier límite temporal e ideología. Las perlas son perlas, independientemente de quién porte el collar. Y las ostras que las custodian, se cogen férreamente con las manos, se abren con un cuchillo sin compasión y se comen vivas.
Hacía tiempo que quería escribir algo sobre Rebelión en la Granja. Y aunque tenía varias ideas en la cabeza, este reciente episodio me permite, en mi estilo, poder hablar de esta MARAVILLA de una forma tan real, como presente y descarnada: Hoy “la oportunidad, la prosperidad y el futuro”, basándome en mi vivencias, suponen la venta del talento, el conocimiento, la experiencia, y… por qué no decirlo, el alma a un precio de saldo y en “liquidación”. Alienándonos a súplicas, gracias, y besos de anillos en manos rollizas. Parapetándonos en el “siempre puede haber algo peor”. Y regalando el oro del pobre, que es EL ORGULLO Y LA DIGNIDIAD al precio que tiene la sangría, es decir, a cambio de un bocadillo y un refresco, para no sufrir el desfallecimiento o la muerte (aunque éstos sean en vida)
En definitiva, “TODOS SOMOS IGUALES PERO ALGUNOS SON MÁS IGUALES QUE OTROS”. Bravo y gracias Mr. G.O.

1 comentario:

  1. A quien le pueda interesar, porque no conozca Rebelíon en la Granja, o porque quiera releerlo, recomiendo una versión ilustrada por Ralph Steadman de una forma magistral.

    http://librosdelzorrorojo.bigcartel.com/product/b-rebeli%C3%B3n-en-la-granja-b-br-george-orwell-br-ralph-steadman

    Y para los privilegiados que vivan en Murcia, hay un ejemplar en la Biblioteca Regional (AP 82-3 ORW reb).

    A disfrutarlo!

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