“Para comprenderse a sí mismo, el hombre necesita que otro lo comprenda. Para que otro lo comprenda, necesita comprender al otro” (P. Watzlawick)

viernes, 7 de junio de 2013

conversación divina



Un par de dioses se encuentran caminando en una realidad y un espacio de orden superior:

- ¡Hombre Charlie! Cuánto tiempo sin verte ¿qué tal todo?
- Hola Lou. Pues ahí voy, sobreviviendo. Un poco jodido, pero contento.
- Y quién no está algo jodido, ¿verdad tío? Aunque para qué andar engañándose… Se oye que tú estás más jodido que el resto. La gente va contando cosas chungas de ti. Que andas bastante enmierdao con tu “retoño”.
- Vaya… ¿eso dicen? Veo que los rumores circulan mucho más veloces que yo mismo. ¡Atajo de hienas! Pero bueno, así es, por qué negarlo. Últimamente “mi tierra” se desmorona y por mucho que trato de meterle mano no hay manera de enderezarla.
- Si es que esto de ser creador… ¡no está valorado! Además, según dicen creo que te diste demasiada prisa. A lo mejor te has precipitado montando ese gallinero.
- ¿Por qué dices eso Lou? ¿Por lo que cuentan de que la creé en seis días y que luego, en el séptimo, descansé? ¡Eso no son más que gilipolleces! La cosa me llevó lo suyo ¿o es que creen que soy perfecto, que puedo con todo? Se habla por no callar. Mejor harían todos si se miraran la mierda de sus respectivos ombligos. Además, ¿qué es eso del tiempo? Si al final eso no es más que una patraña. Otro malabarismo de estos hombres que no saben qué inventar para venerar lo que no entienden…
- Sí compadre, los hombres… Menudo hit. Qué éxito has tenido con la humanidad…
- Y que lo digas Lou… Todavía echo de menos a aquellos lagartos… esos sí que eran fáciles de manejar. Pero claro, uno se agranda, se confía con las cosas que van bien, se empieza a ilusionar de más… Y luego, pasa lo que pasa, las aspiraciones se te suben a la cabeza y, cuando quieres darte cuenta, estás metido hasta el cuello en tu propia incompetencia. ¿Quién cura mi incompetencia Lou? ¿Quién?
- Charlie, tío… te aprecio, quiero serte sincero… ¿los hombres?, ¡no hay por dónde cogerlos! Y lo digo sin saber realmente. Sólo por lo que se cuenta… Pero es que por ahí se habla mucho. Hay mucho material y… ¡Menudos desagradecidos! Mira que les has ido dando y dando… y ellos nada. Nunca se dan por satisfechos. Al final vas a ver cómo te lo terminan jodiendo todo. Lo mejor sería que los extinguieras y a otra cosa.
- Ganas no me faltan. Pero es que no escarmiento. Mira que me lo monté para que tuvieran conciencia. Inteligencia. Vía libre para organizarse, para hacer lo que quisieran. Conseguí que, aunque fueran físicamente débiles, tuvieran todas las condiciones para manejar el cotarro. Pues nada. Cuánto más tienen peor. Yo no sé cómo coño se lo han podido montar tan mal.
- Se les ha subido a la cabeza, te lo digo yo Charlie. Se les ha subido. Se creen dioses… y no son más que un producto.
- Pues puede ser. Pero es que les va la marcha. Cuánto más se joden más les gusta. Serían capaces de desintegrarse a sí mismos sólo para demostrar que pueden. Vaya manera de darse caña los unos a los otros. Y todo por esa avaricia, por ese egoísmo que tienen…
- ¿Y eso del dinero que se han inventado? ¿Eso qué es?
- Ah… ¿el DINERO?… Lou, no te lo vas a creer… Es que mira que son carroñeros y a la vez sofisticados… Eso del dinero no es otra cosa que un invento que se han sacado de la manga para que les sirva de excusa en su propia autodestrucción. Uno no puede andarse jodiendo porque sí. Eso sería salvaje. Ellos no. Son sofisticados. No sería acorde a su capacidad, a su desarrollo. Y claro, ¿qué solución buscan? Pues en lugar de dejarse de tonterías y de andarse metiendo el dedito por el culo, que sería la solución lógica, van y se inventan una cosa que, aunque no vale para nada, les sirve a la vez para todo, y con el dinero pueden justificarse todas las barbaridades que son capaces de inventarse.
- Tienes razón Charlie… No he entendido absolutamente nada.
- Sí Lou. Verás. ¿Que les molesta alguna otra especie? Pues se buscan una manera de venderla y terminan masacrándola con la excusa de ganar pasta. ¿Que no saben por qué joderse unos a otros? Pues ponen el dinero de por medio y ya tienen las razones. ¿Que quieren extenderse y propagarse como virus a costa de destruir el mundo? Pues, nada, a querer ganar más dinero, aunque eso en realidad no valga para nada, y ya tienen el pretexto. Eso del dinero ha llegado a ser tan perverso y tan irracional que han llegado a tal extremo de avaricia que serían capaces de robarse con la mano derecha el “dinero” que guardan en el bolsillo izquierdo. Y, además, sentirse orgullosos. ¡Menudo inventazo! Miseria para hoy y más miseria para mañana. Ni que yo quisiera cerrarles el chiringuito… Aunque te digo una cosa, eso es precisamente lo que debería hacer.
- ¡Pero hazlo tío! ¿No ves que te están chuleando, que no tienen ningún respeto por tu trabajo? ¿que al final van a cargárselo todo?
- Ya Lou… Si ahí estoy… Mandándoles un poco de cambio climático para ver si cogen la indirecta. Pero no hay manera… Y qué le voy a hacer…, en el fondo les tengo cariño. Han sido mi primera creación. Y, aunque la cosa no está torcida, sino retorcida, siempre acabo inventándome una excusa para no mandarles de una vez al agujero negro… llámame nostálgico.
- ¿Nostálgico? Qué va Charlie. Tú no eres nostálgico. Tú lo que eres es un blando.

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